QUE
SE ACURRUQUEN
iba
buscando tus ojos
como
las tres gaviotas
que
me hablan por la tarde
yo
no he visto
otros
ojos voladores
cantando
junto al árbol
que
me nace en la frente
el
hondo pozo de los ojos
muy
tuyos cabalgándote
la
cara blanca
yo
libero mis árboles
como
pájaros húmedos
para
que se acurruquen
en
la cabeza de vos
muy bueno, Mauro.
ResponderEliminargracias, Andrés!
ResponderEliminary escucharte en el café literario, ese, ¡ESE es un honor!
ResponderEliminaruna alegría compartir ese café con vos!!! muchas gracias :)
ResponderEliminar