VIERNES. Hoy pensé que el recuerdo es un género literario. Soñé
que papá estaba sentado en el comedor, quejoso y de pies anulados. Yo lo
miraba, él hablaba en quejas, quiso rascarse el brazo y vi que lo tenía al
revés. Con boca de dolor y ojos así, se giró hasta dejarlo normal. Esta tarde,
cuando recordaba el sueño, concluí: papá está roto. Yo lo rompí. Con mis ojos. Recordé
el accidente de unos años atrás, que comprendí emparentado al sueño: volvíamos
de trabajar de albañiles, por la tarde. Él manejaba la moto que, además de
cargarme a mí, llevaba, enganchado, un carro con herramientas. Apareció otra
moto, yo y papá caímos. La moto aplastó su pierna. Al levantarla, vi que su pie
estaba al revés. Él dijo “me quebré” y, con su mano, forzó el pie a la posición
normal. Como en el sueño. Recuerdo a papá doliéndose. No, yo doliéndome del
dolor de papá. Me duele un padre. Y lo sigo quebrando para que no me lleve más
a su trabajo en la moto.
somos las historias que creemos ¿cuál fabricaste esta mañana para alzarte de la cama?
sábado, 12 de abril de 2014
martes, 8 de abril de 2014
DILUVIO
desde que entré
a tu cama
no paró de llover
son los árboles
que rezan
por nosotros
Suscribirse a:
Entradas (Atom)