sábado, 12 de abril de 2014



VIERNES. Hoy pensé que el recuerdo es un género literario. Soñé que papá estaba sentado en el comedor, quejoso y de pies anulados. Yo lo miraba, él hablaba en quejas, quiso rascarse el brazo y vi que lo tenía al revés. Con boca de dolor y ojos así, se giró hasta dejarlo normal. Esta tarde, cuando recordaba el sueño, concluí: papá está roto. Yo lo rompí. Con mis ojos. Recordé el accidente de unos años atrás, que comprendí emparentado al sueño: volvíamos de trabajar de albañiles, por la tarde. Él manejaba la moto que, además de cargarme a mí, llevaba, enganchado, un carro con herramientas. Apareció otra moto, yo y papá caímos. La moto aplastó su pierna. Al levantarla, vi que su pie estaba al revés. Él dijo “me quebré” y, con su mano, forzó el pie a la posición normal. Como en el sueño. Recuerdo a papá doliéndose. No, yo doliéndome del dolor de papá. Me duele un padre. Y lo sigo quebrando para que no me lleve más a su trabajo en la moto.

3 comentarios:

  1. "Me duele un padre"... pesado lo que decís: vos y yo sabremos de esto amigo. Un abrazo!

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